Ángeles Mastretta – Ninguna eternidad como la mía

✿ Título: Ninguna eternidad como la mía.
✿ Autor: Ángeles Mastretta.
✿ Año de publicación: 1998
✿ Género: Drama, romance.
✿ Narración: Tercera persona.

Con esta historia, Ángeles Mastretta nos traslada al México posrevolucionario de la segunda década del siglo XX. La cual es protagonizada por Isabel Arango, quien tiene una vocación indestructible: bailar y desea llegar a ser una gran bailarina. No importa lo que quede atrás, su pueblo natal, su familia, su infancia. Su vida ahora es la ciudad de México, las clases de Madame Alice, los sabios consejos de Prudencia Migoya y los sueños de grandeza.

¿Que si tiene talento para lograrlo? Lo tiene, y de sobra. Así es como una noche, bailando un “tristísimo cantar mexicano” con una coreografía inventada por ella, enamora a un poeta llamado Javier Corzas, un hombre como todos los hombres: arrollador por fuera, pero por dentro temeroso de los compromisos. Juntos vivirán la intensidad pura, éso que los seres humanos han decido llamar: felicidad. Pero ese romance, en el que Isabel dejará que su amante le tome la existencia, será también para ella un triste camino que la llevará a comprender la paradoja de que aún la “eternidad” de los instantes vividos con plenitud, termina.

Ninguna eternidad como la mía, es una muestra clara de la contundente sencillez y gracia con que Mastretta narra los vaivenes y dilemas del corazón humano. Y como ocurre con cada libro de esta notable escritora, al terminarlo, el lector siente que vale la pena tener penas de amor porque sabe que haber amado es haber vivido de verdad.

Opinión personal

Este libro, según algunos críticos, puede ser considerado un cuento largo o una novela corta. Yo, que no soy crítica literaria ni mucho menos, encontré en este relato muchas frases que en cierta medida, me han permitido desapegarme y limpiar el armario de telarañas: tirar lo usado, lo inservible, para dejar entrar algo nuevo y con algo de suerte, mejor.
Hay títulos que dicen mucho con sólo mirarlos. De entrada, éste, me dio la impresión de que algo no andaba bien, que contenía cierta desolación, cierta tristeza y abandono. Cuando lo leí, comprobé que mi intuición no estaba equivocada.
Mastretta construye con maestría, un personaje lleno de pasión por el amor y la vida; una adolescente en busca de la autenticidad en un escenario pleno de seducciones, pero también de peligros. Una época en la que los volcanes y los gallos aún estaban al alcance de nuestros sentidos.

La danza, el amor y la ciudad: tres elementos con los que la autora traza un amplio y fascinante relato en cuyo curso la escritura baila sin parar.

Es un libro bastante bueno, pues la trama es muy entretenida y su brevedad lo hace muy disfrutable. Es tan sorprendente como desgarrador, sin duda alguna, lo recomiendo considerablemente.

By: Kenia.

FRASES DEL LIBRO

"El arte necesita una dosis de dolor."
"La confianza y el odio son dos de los tres vicios que genera el amor."
"Yo diría que quien ha merecido la dicha puede soportar la desgracia, y que toda emoción santifica."
¿De qué cielo caíste mujer endiablada?
"Mejor me voy ahora que nos queremos tanto, me voy antes de que le lleguen los vicios a esto que nos ha salido tan bien. Ya nos tenemos demasiada confianza, me voy a ir antes de que nos entren la terquedad y el odio."
"Cuando los hombres inventan irse de repente, cuando pasan sin aviso de la adoración al desapego, es cuando ven su mujer más crecida de lo que soportan."
"La vida valdrá la pena mientras haya en el mundo seres capaces de hacer magia cuando profesan una pasión."
"Es ley que de puro enamoramiento se llegue a no sentir hambre, ni cansancio, a no tratar con el tiempo y sus desmanes, a ser dueño de la luz."
Regida por la culpa de no haber cargado hasta México con la mecedora de su abuela, la madre de Isabel había memorizado el ensalmo y había hecho que lo memorizara su única hija.
— Y dice —comenzó Isabel, detenida junto a la mecedora que Javier Corzas puso sobre un prado—: Yo, Isabel Arango Priede, me comprometo a vivir con intensidad y regocijo, a no dejarme vencer por los abismos del amor, ni por el miedo de que éste me caiga encima, ni por el olvido, ni siquiera por el tormento de una pasión contrariada. Me comprometo a recordar, a reconocer mis yerros, a bendecir mis arrebatos. Me comprometo a perdonar los abandonos, a no desdeñar nada de todo lo que me conmueva, me deslumbre, me quebrante, me alegre. Larga vida prometo, larga paciencia, historias largas. Y nada abreviaré que deba sucederme, ni la pena ni el éxtasis, para que cuando sea vieja tenga como deleite la detallada historia de mis días.

¿Lo han leído? ¿Qué tal les ha parecido? ¡Cuéntenme!

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